«Declaración patrimonial de los Ministros de Culto»

LECCIONES CONSTITUCIONALES

POR  MARCO ANTONIO BAÑOS AVENDAÑO

Todas las religiones tienden a religar al hombre con Dios, todas ellas, en México ahora con el neoliberalismo deben contribuir con impuestos, hay negociaciones con el Estado Laico y las Religiones mexicanas, pero la iglesia más grande en número, la sometida al Estado Vaticano, como lo es la religión católica, es como persona moral en nuestro país, ya sujeta a un régimen fiscal, pero aún no patrimonial.

Hay múltiples religiones, Cristianos, Mormones, Católicos, Evangélicos, Protestantes, Pentecostés, y demás religiones de todo el estado de Oaxaca, hablar de las religiones ha dejado de ser un tabú, para convertirse en un tema en donde los ministros de culto ya deben pagar al estado por las limosnas de toda procedencia.

Pero, ¿Qué pasa con el Gobierno del Estado de Oaxaca y con la Contraloría, respecto a este tema? Simplemente nada, aún no se interviene en la responsabilidad de los ministros de culto público, que bien funcionaría verlos como servidores públicos al servicio de Dios y el Estado, declarando su situación patrimonial. ¿Será posible que un día realicen su declaración patrimonial todos los ministros de culto, sus auxiliares, ayudantes, diáconos, etc?

Dice el Arzobispo Chávez Botello que la iglesia, no es una empresa lucrativa y que (NEGOCIARA) con la SAT Secretaría de Administración Tributaria de acuerdo a la reforma fiscal y esta sería la pregunta, si no son negocios, ¿Porque siguen creciendo las fiestas religiosas, y templos de varios cultos?, o es muy grande la fe de estos ministros o son muchos los milagros que se realizan? No todos los desahuciados pertenecen al evangelio del Estado.

Lo más extraño de algunos ministros es que gozan de muy buenos lujos, como casas o residencias, buena ropa, camionetas o vehículos de modelos recientes, buena comida, buenos vinos, choferes, y servidumbre a sus pies, y si se puede de muy buenas damas, claro para la ayuda de todos sus templos.

La buena fe de los feligreses genera riquezas de todo tipo, como diría el prelado, que todo es por las Limosnas, los Donativos, o los Diezmos o la ayuda de los más pobres, que en las Ciudades como Oaxaca no se ve la ayuda a sectores vulnerables, que es más bien, es responsabilidad del Estado y no de las Religiones.

Lo más raro, es que todo el año son ingresos que quiere fiscalizar mismo  Estado, de fiestas de la iglesia católica, sin contar con las más arraigadas y esto es en toda la República mexicana.

¿Y de a cómo serán los Donativos, las limosnas, los Diezmos, y toda la ayuda que dan las damas de la caridad? Sería una buena tarea para la contraloría que lleva mucho tiempo perdonando servidores públicos, y esperamos buenos resultados para beneficio de todos los contribuyentes, lo que demuestra que no existe la equidad tributaria, sería bueno y saludable saber cuánto se cobra en los templos por eventos como Bodas, Bautizos, y todo acto religioso o cristiano que realizan estas congregaciones, estos sin contar con las misas que se cobran en los templos de lujo.

Si Juan Bautista hubiese cobrado por bautizar hubiese muerto millonario, el Estado ahora se entromete con la religión, no basta cobrarle al pueblo mexicano, también somete a los ministros de culto, más tarde, el Estado querrá darles salarios mínimos por ofrecer misas o ceremonias públicas.

El artículo 130 de la Constitución debe ser reformado nuevamente, hay quienes quieren construir un nuevo Imperio Fiscal Mexicano, si un servicio público es equiparable a dar misas, o sus equivalentes, entonces se debe normar a más de una congregación, es preciso someter a todas, ya que el estado todo lo abarca, en este caso, estamos ante un absurdo jurídico que ya tiene tintes legales.

Marcial Maciel en México hizo sumas millonarias en nombre de Cristo, universidades, templos, caridades, etc., nunca se reguló su millonaria actividad en nombre del Vaticano ni del mismo Papa, lo cual denota que muchos en su ministerio, llámesele como se le llame, pueden hacer de las suyas en nombre del crucificado.

En nuestro país a semejanza de la iglesia anglicana, el Estado regirá los fondos de las iglesias, estamos entonces en el preámbulo de una iglesia-estado, rompiendo máximas liberales juaristas, conquistadas a fuerza de realizar nuestra historia nacional.

Vivimos una realidad reformista que no respeta su historia, las autoridades son una especie de reyes mexicanos, con poder fiscal y hoy sobre todo ministro de culto, donde el Juicio de Amparo, no protegerá ni al más pobre en calidad de religioso.

Si el Registro Civil suplantó el cobro a los bautizos, los panteones públicos a los entierros privados o en propiedad privada, si los que generan la riqueza en las iglesias estarán pagando tributo fiscal, entonces ahora podemos entender que las religiones pueden generar como Empresas multinacionales o trasnacionales grandes inversiones pagando sus impuestos al fisco estatal, generar sus empresas privadas en el nombre de Dios, previo pago al fisco por evento o culto, como una gran empresa no lucrativa, pero al final de cuentas: Una especie de “Empresa Estatal Divina”. Obtener bendiciones con factura a la mano sacerdotal contradice la caridad de origen divino.

Finalmente, en tiempos de Santa Anna, se cobró impuestos por puertas y ventanas, en el tiempo actual, se cobra por hijo, por acta, por inscripción, por luz, por agua, por teléfono, por cable, por respirar, por morirse, por una bendición, por un saludo, por un voto mal dado en campaña, el IVA, el ISR, etc…Por todo se paga en nuestra sociedad actual, es más, por estudiar, por vivir, por lo que no nos extrañemos que el Estado cobre y tenga impuestos a quienes dan la bendición. En nombre del Estado y la divinidad: Los pordioseros, los desposeídos, los enfermos de pobreza, tienen ya que pagar impuestos por su peregrinación frente al Estado que con la mano extendida siempre querrá más y más. Amén.

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