Constitucionalismo inacabado en materia de seguridad pública
LECCIONES CONSTITUCIONALES
MARCO ANTONIO BAÑOS AVENDAÑO
“CONSTITUCIONALISMO INACABADO EN MATERIA DE SEGURIDAD PÚBLICA”
La Constitución como declaración de principios y estructura del poder, responde siempre a principios generales, normas fundamentales que deben ser sistematizadas en un orden lógico jurídico y a principios que norman la actividad del estado: parece ser que el ultimo grado de perfeccionamiento de las constituciones modernas o contemporáneas es la democracia que debe ser perfeccionada a partir de los mismos principios que le dieron origen en México.
La democracia no engendra violencia, tampoco engendra protagonistas de la inseguridad pública, debemos construir nuevamente al país, con las instituciones actuales no se ha podido garantizar la seguridad pública, el compromiso es titánico, realmente se debe evitar la delincuencia de todo tipo, la corrupción generalizada, la falta de valores nacionales, el despotismo, los abusos de autoridad, los manuales de servidores públicos no han servido, el cambio debe darse al interior de los mexicanos, la enfermedad del poder ha llegado a las venas de todas las instituciones.
Las nuevas normas constitucionales nos remiten inmediatamente a la armonización con las normas internacionales por lo cual los conceptos constitucionales han evolucionado considerablemente en la actualidad, las Constituciones contemporáneas, tienen conceptos innovadores respecto de otras que están en evolución, o en construcción que merecen estudios de una verdadera ingeniería constitucional.
Nuestra Constitución debe evolucionar en las dos vertientes en cuanto a derechos sociales, individuales y fundamentales, esto es mediante una cultura de evolución constitucional de los derechos humanos y los derechos internacionales en beneficio de las mayorías, la seguridad pública como tema de la agenda nacional es prioritario para todos, somos un pueblo cansado de tanto abuso, cansado de tanta mediocridad para atender los asuntos públicos de parte de las autoridades del país.
Las luchas por el poder han permitido mediante tratados, declaraciones, pactos, una evolución constitucional sin más limites que perfeccionar históricamente las libertades y derechos desde la fundación de México como país soberano, el reconocimiento de las naciones, y el alcance de los derechos conquistados como la libertad sindical de expresión, de credo religioso, de educación a la salud, al medio ambiente, etc. Dicha evolución no ha terminado por ende está en construcción nuestro Derecho Constitucional Mexicano, las luchas actuales son por la ingobernabilidad, la falta de sensibilidad en la atención a los graves problemas que vive el país, una inseguridad proveniente de la corrupción que acosa a políticos unidos con la delincuencia organizada o con altos funcionarios.
Todos tenemos un grave compromiso con la Patria, las organizaciones de la sociedad civil han triunfado en credibilidad frente a los partidos políticos que representan intereses de poder mas no de representación social, con gran entusiasmo las mega marchas se despliegan exigiendo que los desaparecidos aparezcan, que a los muertos se les haga justicia, que los que piden y claman derechos, se les respeten definitivamente sus derechos y se cumplan los compromisos creados.
La gravedad de los asuntos de esta naturaleza es que se invierten millonadas de pesos en atención a un problema que es un cáncer social, la inseguridad del país, la falta de difusión de estrategias para combatir la delincuencia en las escuelas públicas y privadas, la falta de credibilidad de las instituciones, la falta de responsabilidad ciudadana y de autoridades han hecho de nuestra patria, un cementerio con polvaredas e incendios por doquier, Guerrero, Michoacán, Chiapas, Oaxaca, Morelos, etc.
El artículo 21 de la Constitución Federal, señala entre otras disposiciones generales, que la seguridad pública es una función a cargo de la federación, el distrito federal, los estados y los municipios, que comprende la prevención de los delitos; la investigación y persecución para hacerla efectiva, así como la sanción de las infracciones administrativas, en los términos de la ley, en las respectivas competencias que esta constitución señala. La actuación de las instituciones de seguridad pública se regirá por los principios de legalidad, objetividad, eficiencia, profesionalismo, honradez y respeto a los derechos humanos reconocidos en esta constitución.
Se necesita la reformulación de políticas públicas tendientes a prevenir la comisión de delitos. No hay coordinación e integralidad en materia de Seguridad Pública, en donde todas las autoridades interactúen para brindar seguridad a los ciudadanos.
Se prevé también en este artículo la participación de la comunidad que coadyuvara, entre otros, en los procesos de evaluación de las políticas de prevención del delito así como de las instituciones de seguridad pública y que los fondos de ayuda federal para la seguridad pública, a nivel nacional serán aportados a las entidades federativas y municipios para ser destinados exclusivamente a estos fines.
(Artículo reformado mediante decreto publicado en el diario oficial de la federación el 18 de junio de 2008).
Para nuestro tiempo, no sabemos a ciencia cierta quienes nos representan con honradez en materia de seguridad pública, hay miedo social, temor a enfrentar los problemas ciudadanos, miedo a saber realmente que podemos hacer al respecto, falta de organización ciudadana entre otros muchos problemas.
Finalmente, no podemos vivir en la total ignorancia de los que debe existir en materia de seguridad pública, constatamos en los medios que no se respeta la figura del policía, que la legalidad no se aplica, que la objetividad no prevalece, que la eficiencia contra la delincuencia no existe, que el profesionalismo, la honradez y respeto a los derechos humanos son un juego de palabras, por tanto, rescatar del sepulcro estos valores constitucionales perdidos, por las autoridades de los tres niveles de gobierno, deben dar ya certidumbre a los ciudadanos que viven en total estado de pánico, por la Seguridad Pública que no hemos podido desarrollar en nuestro pueblo mexicano.