Debate político e intercambio de simpatizantes.

Oaxaca, Oax. 30 de abril de 2016. 
EN COMENTO…
Othón Sibaja Suárez
 

 

En estos últimos días hemos visto que muchos simpatizantes e incluso militantes del revolucionario institucional que le han alzado la mano públicamente al candidato de la coalición acción nacional y de la revolución democrática dándole su apoyo y viceversa; lo que da cabida a pensar o que ya hay un hartazgo sobre como los partidos políticos se han desarrollado durante cada elección con su militancia o simplemente les llegaron al precio o simples berrinches, cualquiera que sea la razón para aquellos o aquellas que tomaron dicha decisión es razonable y valido y es respetable.

Lo cierto es, que al final, el cinco de junio se verá quien de los candidatos supo hacer mejores amarres y por lo tanto se verá reflejado en las urnas, dándole el triunfo a quien mejor haya hecho su chamba política.

Por otro lado se llevó a cabo el debate público por parte de los candidatos a la gubernatura, un ejercicio que busca ser democrático que permite contrastar las diferentes ideas, los diferentes proyectos y hasta las diferentes personalidades de los aspirantes.

En la actualidad, vivimos en una sociedad globalizada y habituada a las redes sociales, la ciudadanía se encuentra cada vez más informada, lo que permite mayor concientización, y están cada vez más conectados entre sí, lo que permite que un acto positivo o negativo por parte de algún político se repercuta en muy poco tiempo en todos lados.

La finalidad al realizar un debate, aunque no es la de convencer, sí es la de poner en el conocimiento de todos las opciones, propuestas, opiniones e ideas con las que se cuentan, por tanto, es una instrumento de lo más enriquecedora para la sociedad, que deja a un lado aquello, de que alguien posee la verdad absoluta; y es que hay veces, esa verdad se conforma de la opinión de varias personas. Hoy los debates sí definen elecciones, sin duda alguna; todos los candidatos que quieran ganar deben participar en él, sin importar si es el puntero o el último en las encuestas; y tan importante es el debate, que terminando este, inmediatamente cambias de posición en el agrado del votante.

Por lo tanto rechazar un debate no es una buena opción. A los ciudadanos les gusta la arena pública, el juego político. El cancelar es tanto como una falta de respeto para el electorado, o bien, una muestra de debilidad, ocasionando que se expanda, de manera negativa y rápidamente en las redes sociales.

Por otro lado, el riesgo de presentarse a debatir siempre estará presente en cada campaña. Riesgo que, sin duda, será menor con una buena preparación, con concentración, inteligencia y cabeza fría. Sin duda el debate público que se llevó a cabo el día de ayer por parte de los candidatos a la gubernatura del estado, marcara en la ciudadanía y en las urnas se verá reflejado. Pero como siempre amigo lector, usted tiene la última palabra al respeto.

 

 

 

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