«Peña-Tump en la anticonstitucionalidad»
LECCIONES CONSTITUCIONALES
“PEÑA-TRUMP EN LA ANTICONSTITUCIONALIDAD”
En ninguna fracción del artículo 89 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, se dispone que el Presidente de la República tenga facultad de recibir a un extranjero como Donald Trump, se dispone en la fracción X. Dirigir la política exterior y celebrar tratados internacionales, así como terminar, denunciar, suspender, modificar, enmendar, retirar reservas y formular declaraciones interpretativas sobre los mismos, sometiéndolos a la aprobación del senado.
Tras los insultos públicos de Donald Trump, se le está indebida y anticonstitucionalmente recibiendo públicamente en México. Este personaje norteamericano ha desatado críticas mundiales, el protocolo que se le hizo de recibimiento en México, está fuera de todo derecho.
Nuestro país tiene reglas, normas internacionales muy claras en donde el Senado de la República ha firmado convenios internacionales, Trump, ha demostrado intolerancia a la prensa, a los latinos, a los mexicanos, a los migrantes, a los negros, a las familias mexicanas en Estados Unidos de Norteamérica, xenofobia e incluso racismo.
Estados Unidos vende armas, hace guerras, sostiene su economía dominando al mundo entero, los mexicanos dice este extranjero que debe ser señalado como pernicioso en nuestro país, non grato, Trump, que los mexicanos son violadores, narcotraficantes, que corrompen a su país, no se puede concebir este tipo de recibimientos con las pompas del poder para quien insulta a los mexicanos.
La política exterior que hace México, es visto, no es la misma que hizo formalmente Adolfo López Mateos, la búsqueda de la paz, determinación de resolver problemas entre amigos y vecinos sobre la base de equidad y justicia para ambas partes, se hablaba de honor, una palabra que para Heinsenhower resultaba entre Estados Unidos de Norteamérica y México.
El doble discurso de Trump, de que los mexicanos pagarán al 100% el muro fronterizo que divide a México con su país, las políticas migratorias no pueden dialogarse con candidatos extranjeros, no pueden establecerse relaciones de política migratoria con quien o quienes insultan a México, queman nuestras banderas nacionales en su país o se burlan de nuestra situación económica con sentido de superioridad fincada en un racismo sin límites.
La identidad de los mexicanos, el honor, nuestra tradición diplomática no puede estar viciada o tenga que ser acorrientada por el Presidente de México, no se puede ir contra nuestra grandeza nacional, no se puede ir contra el orden constitucional en materia diplomática, no se puede ir contra la unidad mexicana en el extranjero, no se puede violentar el orden y la libertad de los migrantes antes de tiempo, la justicia y la ley debe aplicarse para quien ha insultado a México y los mexicanos en el contexto de la prensa internacional.
El SR. Trump, no es un Jefe de Estado, no es un Diplomático en su país, no es una persona que merezca los honores públicos para ser recibido por el Presidente de México, no es posible que se desacate la Constitución, no es posible permitir que se nos insulte en nuestro propio país por un candidato presidencial norteamericano que denosta nuestra cultura y nuestra raza mexicana.
La verdad tiene que derrotar a la mentira en todos sus frentes, los mexicanos, sobre todo los migrantes, están indignados con las declaraciones de este Sr.Trump, la superpotencia no tiene porqué condicionar en materias como la de los migrantes con candidatos que no representan nada en nuestro territorio mexicano.
Existen protocolos de ceremonial y de recibimiento para los diplomáticos de otros países, el manual de procedimientos de la Dirección General de Protocolo de la Secretaría de Relaciones Exteriores, como también la Secretaría de Gobernación mexicana no dicen nada, todo extranjero debe acreditar su calidad diplomática, las Secretarías no declaran nada, tal vez, simulan cada vez más los errores presidenciales, un Presidente mal asesorado ya equivale a una invasión extranjera.
Hay una misma frontera de 1,600 millas de longitud, se creía en los mismos valores, en la dignidad humana, en los derechos humanos, se creía en la libertad, el discurso del humilde era igual para el poderoso.
Las banderas mexicana y norteamericana eran respetadas y colocadas ambas, en reuniones verdaderamente diplomáticas, no en juegos televisivos, donde se aceptan insultos de personas que son non gratas en nuestro país. No se le puede seguir el juego de la democracia a Estados Unidos, se debe respetar por la investidura presidencial la bandera, los símbolos nacionales, el pueblo, sus valores, sus tradiciones internacionales y sus perspectivas de amistad con los demás países.
Trump, ha salido en la WWE, con los luchadores a modo de golpearlos, es un títere de los medios televisivos, una persona que acorrienta la política exterior mexicana, la denigra y es más la corrompe.
La investidura presidencial está denigrada públicamente, los dimes y diretes, declaraciones del Presidente que no se pagará ningún muro, y por otra Trump llegando a Winsconsin, declara que los mexicanos pagarán el muro fronterizo, pero que todavía no lo sabemos, son claros juegos de una política perversa de contradicciones y supuestos que toman para sí los medios de comunicación, que perjudican la imagen presidencial, que van posicionando a Trump en su camino a la Presidencia de Estados Unidos, siendo perverso el dejarse llevar por un payaso de la política norteamericana.
Por otra parte, el Senado de República debe exigir respeto público a México, a los mexicanos, las ofensas ni la Secretaría de Gobernación señala errores, entonces, parece ser permisible hablar mal de “los gringos”, fomentar su salida de nuestro país, que son pederastas, que vienen a drogarse a México, que son los más malditos de la tierra por el fomento a las guerras del mundo, que son lo peor de la humanidad, que son la miseria humana que repta sobre la tierra con armamentos y drogas que consumen a gran escala.
Hay gente buena en Norte América no se niega, pero la mayoría tiene el estigma de un país que lacera y esclaviza al mundo con su economía. El Derecho Internacional Público Mexicano está violentado, se desconoce por ignorancia presidencial y de las Secretarías respectivas. México tiene dignidad y soberanía. No se le olvide Sr. Trump.
