«Constitución y Civismo»
LECCIONES CONSTITUCIONALES
“CONSTITUCIÓN Y CIVISMO”
Marco Antonio Baños Avendaño
En su obra Juárez, obra y su tiempo, escribe Don Justo Sierra, “…que hay una sola clase de practicantes del heroísmo, una solo género de patriotismo, el de los practicantes identificados con la devoción de los héroes, en donde en toda fiesta popular se adora la patria, el sacrificio de los mártires, el valor de los héroes y la inteligencia de los sabios que han amado a las generaciones nacidas en la misma cuna”.
Este tipo de heroísmo debe formar con cada ciudadano un ejército cívico, un ejército de ciudadanos que respeten la cuna que los formó y los ha visto florecer en su desarrollo profesional, moral, ético.
No hay hasta el momento héroes cívicos, estamos en la última etapa del civismo, donde los que cantan el himno nacional prácticamente, orgullosamente arrodillados para no ser vulnerados por una autoridad plenipotenciaria, piden libertades a la República, los valores que hemos perdido paulatinamente.
El país lo podemos afirmar, está fuera de todo orden, gobernabilidad, ola de robos, saqueos a tiendas departamentales, falta de valores cívicos o ciudadanos se ven por doquier, las instituciones electorales, municipales, estatales, no practican los valores cívicos a punto de colapsar una sociedad que no sabe que es lo que ocurre.
Quienes tienen intereses en la República corifean grandezas, quienes tienen una vida que sacar adelante viven al día, quienes tienen que defender algún sector social o de desarrollo, piden por sí mismos, no por el común de la sociedad, es decir, todos tienen algún punto que defender de nuestra república vulnerada.
Sin embargo, la gran mayoría de mexicanos, olvidamos la total emancipación de la patria, olvidamos ser conscientes con la responsabilidad de cumplir la constitución mexicana frente a las corrupciones existentes.
México tendrá un acontecimiento importantísimo, la celebración de la Constitución del día 5 de febrero de 1910, jefes revolucionarios nombraron primer Jefe del Ejército Constituyente a Venustiano Carranza, quien fuese de formación juarista, por lo que México, a 100 años de su Revolución, nos invita a acabar una revolución con relaciones exteriores estrechas, una revolución con verdadero sentido social, con responsabilidad cívica de sus hijos, los mexicanos, los grandes inversionistas del capital extranjero, agentes comerciales, representantes de firmas de gobiernos extranjeros han venido a México a tomar control estratégico de los caminos, de los mares, del petróleo, de la vida de los mexicanos.
Las economías locales, no se cuidan con criterios nacionales, el civismo es amor puro, patrio, nacionalista, es controlar la dirección de los asuntos públicos sin intervencionismos que dañan la esfera nacional y sus riquezas.
El populismo es un juego donde la soberanía no es ya civica, el autoritarismo es la respuesta natural que da una democracia enfermiza con las mismas respuestas violentas a quienes piden cambios nacionales.
La Constitución a 100 años, debe responder a estas necesidades sociales de satisfacer el hambre de millones de mexicanos, las reformas constitucionales no han servido para controlar a la ciudadanía, menos para satisfacer el hambre de quienes vivimos en una república, representativa, democrática y federal.
El manifiesto de 23 de septiembre de 1911, el oaxaqueño Ricardo Flores Magón ya había señalado que el Capital, Autoridad y el Clero habían degenerado la república.
La nuestra, la república de nuestro tiempo, no merece analfabetas políticamente disfuncionales, merece a sus mejores hijos, los más industriosos, los más preparados, los que defienden a la patria, los que están por formación con nuestra gente, simplemente con los nuestros.
Las directrices políticas no son sino de élites, los que hicieron la patria porfiriana hoy dirigen al país, los que hicieron la revolución mexicana, zapatista, villista, magonista o se propugnaron por la vía democrática maderista, están muertos.
El civismo militar no se conoce en la praxis sino en las ceremonias a los héroes olvidados, las fuerzas armadas sobre expuestas en tareas de seguridad pública desempeñan funciones ajenas y propias de las policías.
Los militares no saben de Derechos Humanos en la actualidad, sólo de ordenes de cumplimiento de un deber de erradicar lo que debió haber hecho la Seguridad Pública Nacional, la delincuencia como el ejército ha sido rebasado.
Civismo es entender lo que pasa en nuestra patria, es tener sentido histórico y humano de que estamos siendo vulnerables frente a una realidad que nos aplasta, la Seguridad Nacional es un tema de gobernabilidad y democracia, no sólo procurar un régimen que no ha respondido a la ciudadanía, sino mantener un equilibrio social y político que no ha conseguido, sino a costa de protestas.
Hay quienes quieren una nueva Constitución, otros otras reformas a la misma, otros tantos, más derechos por no ser aplicables los existentes, otros más un cambio de régimen.
Por tanto, la Constitución no vivirá mientras no exista civismo, amor patrio, conciencia de raza, de país, de patria, de ciudadanía, de aplicación de la norma en lugar de corrupciones o clientelismos que destrozan cada día la patria.
En cien años más nos preguntaremos si alcanzamos los ideales de los primeros cien años de constitución, nuestro nacionalismo estará tal vez exterminado ante tantos mexicanos que no producen y atentan contra su propia patria, nuestra democracia habrá sido un paradigma que encierra verdades cruciales en la vida hacia el exterior, es decir, de quienes nos miran con ojos incrédulos soportando todo tipo de corrupciones y arbitrariedades.