“Pagar la deuda externa mexicana, nuevo reto sexenal”

LECCIONES CONSTITUCIONALES

MARCO ANTONIO BAÑOS AVENDAÑO

“PAGAR LA DEUDA EXTERNA MEXICANA, NUEVO RETO SEXENAL”

Todos los mexicanos, ciudadanos nacidos y por nacer, tenemos una Deuda Externa que ha sido firmada por múltiples Presidentes de la República Mexicana, prestamos en miles de millones de pesos que debemos pagar día a día, incrementándose la pobreza en muchos sectores, obligando a la política supeditarse a la economía de quienes pueden mediante la democracia manejar el hambre del pueblo mexicano. México con Miguel de la Madrid Hurtado como Presidente, advirtió en 1982 que el volumen de su deuda resultaba impagable, todo el sistema de crédito internacional quedó amenazado, como hasta la fecha.

El día 30 de julio de 2018, por Informes sobre la Situación Económica, las Finanzas Públicas y la Deuda Pública al Segundo Trimestre de 2018, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, estima que durante el segundo trimestre de 2018, la economía global continuó mostrando un crecimiento favorable. No obstante, el ritmo de expansión de algunas economías se ha moderado y ciertos riesgos para el crecimiento mundial se han acentuado. En México, la demanda externa ha seguido creciendo, a la vez que el consumo privado ha continuado presentando una tendencia positiva.

Estamos hipotecados, los vencimientos en 2021, 2023, 2027, 2029, 2031, 2034, 2038 y 2047, así como Udibonos con vencimientos en 2022, 2025, 2028, 2035, 2040 y 2046. En total, se asignaron 177 mil 842 millones de pesos, disminuyendo las amortizaciones para 2018 en 51 mil 211 millones de pesos, 2019 en 27 mil 510 millones de pesos, 2020 en 73 mil 670 millones de pesos y 2021 en 25 mil 450 millones de pesos. Parece ser que los impuestos han sido robados en su totalidad.

En materia de deuda externa y en línea con lo establecido en el Plan Anual de Financiamiento (PAF) 2018 se han realizado colocaciones de deuda en los mercados financieros internacionales encaminadas a mejorar el perfil de vencimientos y fomentar la liquidez de los bonos de referencia del Gobierno Federal, buscando ampliar y diversificar la base de inversionistas así como mejorar los términos y condiciones de la deuda externa de mercado.

La estructura del portafolio actual de la deuda del Gobierno Federal mantiene la mayor parte de sus pasivos denominados en moneda nacional, representando al 30 de junio de 2018 el 75.9 por ciento del saldo de la deuda neta del Gobierno Federal. El saldo de la deuda interna neta del Gobierno Federal al cierre del segundo trimestre de 2018 ascendió a 6 billones 6 mil 234.6 millones de pesos.

Por su parte, el saldo de la deuda externa neta del Gobierno Federal ascendió a 94 mil 964 millones de dólares. En lo que se refiere a la deuda neta del Sector Público Federal, que incluye la deuda neta del Gobierno Federal, de las Empresas Productivas del Estado y de la Banca de Desarrollo, al cierre del segundo trimestre de 2018 se ubicó en 10 billones 578 mil 140.7 millones de pesos.

La Deuda Externa constituye un grave problema nacional para resolver, el Nuevo Presidente de la República deberá enfrentar este problema con gran satisfacción ciudadana, el peso mexicano cae día a día frente al dólar o las divisas extranjeras, si esto se logra se debe iniciar por la Soberanía Alimentaria, incentivar el campo mexicano, darle mayor impulso al campo para producir y exportar, buscar más mercados internacionales.

Nuestro consumismo nos ha llevado a la pobreza extrema, ahora bien, La deuda interna neta del Sector Público Federal se situó en 6 billones 606 mil 39.4 millones de pesos. Por su parte, el monto de la deuda externa neta del Sector Público Federal ascendió a 198 mil 57.4 millones de dólares.

Al cierre del segundo trimestre de 2018, consultable por internet, el SALDO HISTÓRICO DE LOS REQUERIMIENTOS FINANCIEROS DEL SECTOR PÚBLICO, indicador que incluye las obligaciones del Sector Público en su versión más amplia, ascendió a 10 billones 427 mil 506.1 millones de pesos. El componente interno se ubicó en 6 billones 541 mil 968.1 millones de pesos. Por su parte, el componente externo ascendió a 3 billones 885 mil 538 millones de pesos.

El saldo de esta deuda en dólares asciende a 193 mil 981 millones al cierre de 2017. Al cierre de 2012, la deuda externa de México fue equivalente al 46 por ciento de los ingresos totales públicos, que incluyen, entre otros conceptos, los ingresos petroleros y toda la recaudación de impuestos. Durante el primer semestre de 2018, el balance público presentó un déficit de 206 mil 731 millones de pesos, el cual es menor al anticipado de 333 mil 740 millones de pesos. ¿Cómo pagar ahora 453 mil 548 millones de dólares?

La política de deuda se ha orientado al fortalecimiento del portafolio de pasivos del Gobierno Federal buscando reducir la probabilidad de que choques externos con repercusiones en las variables financieras afecten el servicio de la deuda y por consiguiente la fortaleza de las finanzas públicas, más no se ha enfocado en liquidarla, exterminar la deuda externa.

Con los graves problemas nacionales existentes, de corrupción gubernamental, de desvío de recursos, de ex gobernadores que atentaron gravemente contra la Hacienda Pública, con quienes se han enriquecido a costa del pueblo mexicano, es necesario replantear sanciones, estrategias de riqueza nacional, de mano de obra y oportunidades nuevas a nuestros paisanos en otras naciones del orbe.

Reconstruir un país no es nada fácil, pagar la deuda externa puede ser posible en seis años más, eliminando compromisos esclavizantes y absurdos que solamente tienen a México como único referente de servicios y no de industrialización y nuevas formas de generación de riqueza.

Hace falta más que “propuestas de programas sociales”, se necesitan verdaderas políticas públicas para exterminar esa deuda externa que sobre nuestras espaldas y la de nuestros hijos ya existe generacionalmente.

Si la deuda pública mexicana reportó un saldo neto de 10.88 billones de pesos (bdp) al cierre de 2017, el monto más alto del que tiene registro la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), y que data de 1991. Se tiene que replantear bien el Tratado de Libre Comercio, dar mayores oportunidades sin esclavizar a los mexicanos para que sirvan a otras potencias económicas, sino que se presenten como oportunidades de crecimiento económico sin riesgos a la dignidad humana.

Si no tenemos obra pública de calidad, si la supercarretera prometida no llega a Oaxaca, diferente a la gran estructura envidiable de carreteras de Puebla, si no existen estrategias oportunas y propias para el desarrollo en México, con visión de futuro, seguiremos en la placidez y carencias económicas que nos han impuesto desde hace muchos años a los mexicanos, seguiremos con gasolinazos, canasta básica y salarios de miseria. Esperemos que la deuda Externa sea pagada, claro, no importan los altos costos que se necesiten para ello, esto es hacer patria, antes que ser un pueblo esclavo de otras economías en el mundo, hipotecados o vendidos para siempre, en crisis económica y embargados comercialmente por no pagar tan millonaria deuda.

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