Miguel Miramón, el odiado Miguel Miramón, el niño héroe olvidado, el joven macabeo fusilado junto a Maximiliano de Habsburgo

 

Letras Hipnóticas / La verdadera historia de México

 

Por Dr. Arturo David Vásquez Urdiales

En la historia de México existen héroes y tiranos, traidores y valientes, buenos y malos

La historia de México no da lugar a medias tintas

Tampoco se nos enseña a estudiar la verdad y sobre todo, la verdad del enemigo, y menos a hacernos comprender la diferencia o no entre enemigo o no.

Suponer que los humanos o son malos, malísimos, o buenos, buenísimos, es un grave error de apreciación y no nos permite ver la verdad

Miguel Miramón es el nombre de un personaje controvertido, Presidente de México a los 26 años, en ocasiones no aparece siquiera en la lista de presidentes de México

No se trata de su defensa, sino de indagar el filo de la verdad, en una guerra se gana o se pierde, pero no el que la pierde es del todo el villano, el perverso, el más malo de todos, también ha lugar a la reflexión para valorar los hechos y para aprender del pasado, para actuar en el presente, ya que la historia se repite, una y otra vez

EL BUENO, EL MALO Y EL FEO

Miguel Miramón es odiado en la historia de México debido a su liderazgo conservador

Durante la Guerra de Reforma y su apoyo al Segundo Imperio Mexicano encabezado por Maximiliano de Habsburgo. Fue visto como un opositor de las reformas liberales, un colaborador de un gobierno extranjero y un símbolo de la resistencia conservadora, lo que generó profundo rechazo entre los liberales mexicanos.

Ejecución ejemplar

La cruel ejecución de Miguel Miramón, junto con Maximiliano de Habsburgo y Tomás Mejía, se debió en gran medida a la feroz hostilidad de las fuerzas republicanas mexicanas hacia aquellos que apoyaron el Segundo Imperio Mexicano. Miramón, como líder conservador y presidente durante el imperio, era considerado un enemigo de la República y un traidor a la causa liberal. La brutalidad de su ejecución refleja la intensidad de los conflictos políticos y la venganza de quienes lo veían como una amenaza a la República.

Capítulo 1: La Juventud y el Surgimiento de un Líder

Miguel Gregorio de la Luz Atenógenes Miramón y Tárelo nació el 29 de septiembre de 1832, en la Ciudad de México. Su vida comenzó con un destino incierto, pero desde temprana edad, mostró una valentía que lo llevaría a convertirse en una figura destacada de la historia de México. A los 15 años, siendo un cadete, estuvo al borde de la muerte defendiendo el Castillo de Chapultepec durante el ataque estadounidense en 1847. Su sobrevivencia le otorgó el título de «Séptimo Niño Héroe», aunque su destino le tenía preparada otra prueba.

Capítulo 2: El Ascenso y la Caída de un General

Miguel Miramón  se convirtió en una figura dinámica y controvertida del siglo XIX mexicano. Ascendió al rango de general a los 24 años y se convirtió en presidente de México a los 26. Durante la Guerra de Reforma, lideró al ejército Conservador y se hizo famoso como «el joven Macabeo».

Sin embargo, fue derrotado por Benito Juárez y se exilió en Europa por un tiempo. Su regreso a México lo llevó a unirse a la causa después perdida del Emperador Maximiliano.

Capítulo 3: Amor, Tragedia y Fusilamiento

La vida de Miramón también estuvo marcada por el amor. Se casó con *Concepción Lombardo Gil de Partearroyo en 1858, y juntos tuvieron seis hijos.

Sin embargo, su historia de amor estaba destinada a terminar en tragedia. El 19 de junio de 1867, Miguel Miramón, Maximiliano de Habsburgo y Tomás Mejía fueron fusilados en el Cerro de las Campanas en Querétaro. Miramón, de 35 años, fue enterrado en el Panteón de San Fernando, pero posteriormente, por solicitud de su esposa Concepción, sus restos fueron trasladados a una capilla de la Catedral de Puebla.

El Legado de Miguel Miramón*

Miguel Miramón, un joven que sobrevivió a la adversidad en Chapultepec, se convirtió en un líder militar y político en una época tumultuosa de la historia de México. Su amor apasionado por Concepción y su trágico final en el Cerro de las Campanas dejaron una huella imborrable en la historia de México.

Su legado es un recordatorio de la complejidad de los acontecimientos históricos y el poder del amor en tiempos de guerra.

Batallas

El general Miguel Miramón combatió en varias batallas durante su carrera militar, principalmente durante la Guerra de Reforma en México. Algunas de las batallas en las que participó incluyen:

  1. Batalla de Mezcala: En 1855, Miramón participó en esta batalla en contra de las fuerzas liberales del Plan de Ayutla, lideradas por Juan Álvarez. Fue una derrota para las fuerzas conservadoras.
  2. Batalla de Xochipala: Otra batalla de la Guerra de Reforma en 1855, donde Miramón combatió en contra de las fuerzas liberales.
  3. Batalla del Cañón del Zopilote: Esta batalla tuvo lugar en 1855, y Miramón nuevamente se enfrentó a las fuerzas liberales en el contexto de la Guerra de Reforma.
  4. Batalla de Tepemajalco: En esta batalla, que tuvo lugar en 1856, Miramón tuvo una destacada actuación en el bando conservador.

_Es importante destacar que Miguel Miramón estaba alineado con el Partido Conservador y, por lo tanto, luchó principalmente contra las fuerzas liberales lideradas por Generales de Don Benito Juárez. Su papel en estas batallas se enmarca en el contexto de la lucha política y militar que caracterizó el periodo de la Guerra de Reforma en México.

El joven Macabeo

A Miguel Miramón se le apodaba «el joven Macabeo» debido a su destacada participación en la Guerra de Reforma en México y su liderazgo militar en el bando conservador. *El término «Macabeo» hace referencia a los guerreros judíos de la antigüedad que lucharon por la independencia de su pueblo contra la opresión extranjera.

El apodo resaltaba la juventud de Miramón, ya que alcanzó el rango de general a una edad temprana y asumió importantes responsabilidades militares y políticas. Su liderazgo y valentía en la batalla fueron comparados con la determinación y el espíritu de lucha de los guerreros Macabeos. En esencia, el apodo destacaba su papel como un joven líder militar en una época tumultuosa de la historia de México.

La Presidencia y los Logros

Miguel Miramón asumió la presidencia de México en dos ocasiones durante un periodo conocido como el Segundo Imperio Mexicano:

  1. Primera Presidencia: Miramón asumió la presidencia de México el 24 de diciembre de 1859 y gobernó hasta el 2 de enero de 1860. Sin embargo, su presidencia en este momento fue breve y estuvo marcada por la inestabilidad política.
  2. Segunda Presidencia: Su segundo mandato presidencial comenzó el 24 de junio de 1863 y terminó abruptamente el 15 de julio de 1863 cuando, en medio grandes agitaciones políticas que dieron lugar al Segundo Imperio Mexicano, imperio que cedió la presidencia a favor del emperador Maximiliano de Habsburgo, en capítulos posteriores. En este periodo, Maximiliano era el monarca reinante, y Miramón ocupaba la calidad de general en su forma de líder militar y político conservador.

Es importante señalar que el periodo de Miramón como presidente estuvo marcado por la Guerra de Reforma y la lucha política entre liberales y conservadores en México. Algunos de los logros más destacados durante su presidencia incluyen:

  • La oposición a la promulgación y vigencia de la Constitución de 1857, que fue una constitución liberal que buscaba limitar el poder de la Iglesia y establecer principios de igualdad y libertad.
  • La consolidación de las fuerzas conservadoras en el gobierno y la oposición a las reformas liberales de Benito Juárez.
  • La defensa de la Ciudad de México contra las fuerzas liberales durante la Guerra de Reforma, lo que le valió reconocimiento como líder militar, de su bando.

Sin embargo, su gobierno fue interrumpido en varias ocasiones debido a la inestabilidad política y las luchas internas en México.

Finalmente, su presidencia se vio eclipsada a posteriori por la llegada de Maximiliano de Habsburgo al poder como emperador, y Miramón cedió su figura y personalidad en favor del imperio, lo que a la posteridad le costaría la vida.

Su papel en la historia de México está estrechamente relacionado con la Guerra de Reforma y el período del Segundo Imperio Mexicano.

Miramón, Odiado y odioso:

Miguel Miramón es generalmente visto de manera negativa en la historia oficial de México debido a su papel como líder del Partido Conservador durante un período de luchas políticas y conflictos armados en el país. Algunas de las razones por las que Miramón es criticado y a menudo visto con desdén en la historia de México incluyen:

  1. Oposición a las Reformas Liberales: Miramón lideró a los conservadores, que se oponían a las reformas liberales promovidas por Benito Juárez y otros líderes liberales. Estas reformas incluían la secularización de la Iglesia, la eliminación de los fueros eclesiásticos y militares, y la implementación de leyes que buscaban limitar el poder de la Iglesia y los grupos conservadores.
  2. Participación en Conflictos Armados: Durante la Guerra de Reforma y otros conflictos armados en México, Miramón estuvo involucrado en enfrentamientos violentos contra las fuerzas liberales. Esto resultó en pérdidas humanas y sufrimiento para muchas personas.
  3. El Segundo Imperio Mexicano: Miramón colaboró con el emperador Maximiliano de Habsburgo durante el Segundo Imperio Mexicano, un periodo en el que México fue gobernado por un monarca extranjero impuesto por las potencias europeas. Esta época es vista como una invasión extranjera y una afrenta a la soberanía mexicana.
  4. Percepción de Traición: Miramón es percibido por algunos como un traidor a la causa liberal de México debido a su cambio de lealtad hacia el imperio de Maximiliano.

Es importante destacar que la percepción de Miramón puede variar según la perspectiva política e histórica.

Mientras que algunos lo ven como un traidor y un líder conservador que se oponía a las reformas liberales, otros pueden verlo como un defensor de valores conservadores y tradicionales en un momento de cambio tumultuoso en México. Su papel en la historia de México es complejo y sigue siendo objeto de debate y controversia en la narrativa histórica del país.

Su esposa, una gran mujer. Una gran mexicana.

«Péguese mi lengua a mi boca si llegara a olvidarte».

Conchita Lombardo

Cómo siempre, las que se llevan la peor parte, o no le abren al bulto, son las mujeres de los héroes y antihéroes mexicanos, tenemos de todo, desde soldaderas, hasta generalas y emperatrices, y a casi todas les fue a lo mexicano y terminaron cargando la cruz de la guerra y en un gran sentido, las desgracias de la guerra.

Doña Conchita Lombardo no es la excepción, a diferencia de Carlota de Habsburgo, a Conchita si le fusilaron al marido, acá unas letras de está gran mujer:

Concepción Lombardo Gil de Partearroyo, la esposa de Miguel Miramón, es una figura notable en la historia de México.

A pesar de vivir en tiempos turbulentos y enfrentar circunstancias difíciles debido a la participación de su esposo en la política y los conflictos armados, Concepción Lombardo demostró dignidad, honor y fortaleza. Aquí hay algunos aspectos destacados de su vida:

  1. Matrimonio con Miramón: Concepción Lombardo se casó con Miguel Miramón en 1858, cuando él tenía 27 años y ella 18. Su unión fue el resultado de un romance apasionado que comenzó cuando Miguel era capitán y Concepción le preguntó si se casaría con ella cuando ascendiera a general. Esta historia de amor en medio de la guerra añade un toque único a su relación.
  2. Apoyo a su Esposo: A lo largo de su matrimonio, Concepción fue un apoyo constante para Miguel Miramón en sus actividades políticas y militares. Aunque su esposo tenía opiniones conservadoras que lo enfrentaban a las fuerzas liberales, ella permaneció a su lado, mostrando lealtad y solidaridad.
  3. Dolor por su Pérdida: La vida de Concepción Lombardo estuvo marcada por la tristeza y la pérdida. Después del fusilamiento de su esposo en el Cerro de las Campanas en 1867, Concepción quedó viuda a una edad temprana. Su historia de amor y el sacrificio de su esposo en la lucha política y militar dejaron una profunda impresión en su vida.
  4. Cuidado del Corazón de Miramón: Tras la muerte de Miguel Miramón, Concepción Lombardo decidió que el corazón de su esposo fuera retirado y preservado en una urna. Aunque esta acción puede parecer inusual, refleja su profundo amor y su deseo de mantener un vínculo con su esposo incluso después de su muerte.
  5. Promesa de Lealtad Eterna: _Concepción Lombardo hizo una promesa conmovedora de amor eterno a su esposo en su lecho de muerte: «Péguese mi lengua a mi boca si llegara a olvidarte».

Esta declaración resalta la intensidad de su amor y su dedicación a la memoria de Miguel Miramón.

La historia de Concepción Lombardo Gil de Partearroyo _es una historia de amor, lealtad y sacrificio en medio de un periodo tumultuoso de la historia de México. Su vida ejemplifica la fortaleza y la dignidad en tiempos difíciles, y su compromiso con la memoria de su esposo es un testimonio de su amor duradero.

Miramón, el niño héroe olvidado

La historia de Miguel Miramón, conocido como el _»Séptimo Niño Héroe» en México, es a menudo eclipsada por la fama de los otros Niños Héroes que defendieron el Castillo de Chapultepec durante la Guerra México-Estados Unidos en 1847. Sin embargo, su historia es digna de atención y reflexión.

Miramón era uno de los jóvenes cadetes que defendieron valientemente el Castillo de Chapultepec durante el asedio estadounidense. A pesar de su juventud, demostró coraje y determinación en la batalla, donde las fuerzas mexicanas enfrentaron una desventaja abrumadora.

El título de «Séptimo Niño Héroe» proviene del hecho de que Miguel Miramón, junto con otros seis cadetes, fueron los últimos en rendirse durante la defensa del castillo.

Se dice que se negaron a abandonar su posición y prefirieron luchar hasta la muerte antes que rendirse ante las fuerzas estadounidenses.

A pesar de su valentía, la historia de Miramón como Niño Héroe se ve a menudo opacada por otros acontecimientos históricos en su vida posterior. Después de sobrevivir al asedio de Chapultepec, Miramón se convirtió en una figura política y militar influyente durante la Guerra de Reforma y más tarde asumió la presidencia de México en dos ocasiones, pero su papel en esos eventos posteriores ha sido objeto de controversia y críticas.

Aunque Miguel Miramón es menos conocido que otros Niños Héroes, su participación en la defensa de Chapultepec sigue siendo un ejemplo de valor y sacrificio en la historia de México. Su historia es un recordatorio de que la historia está llena de matices y que hay muchas figuras que han contribuido al legado de México de maneras diversas, independientemente de la controversia que pueda rodear sus acciones posteriores en la vida.

Crónica Hipnótica: El Diálogo Final entre Dos Destinos Sellados

Dos condenados a muerte, la guadaña se paseaba ya por las calles de Querétaro:

La mañana del 19 de junio de 1867, en el sombrío Cerro de las Campanas en Querétaro, el destino se tejió con hilos de conversación, ironía y resignación.

Dos hombres, Miguel Miramón y Maximiliano de Habsburgo, se encontraban allí, condenados a enfrentar el implacable veredicto de la historia.

Bajo un cielo plomizo, donde el eco del tambor de la guerra aún retumbaba en los corazones, estos dos líderes, uno mexicano y otro europeo, compartieron un instante de humanidad en medio de la tragedia.

El ambiente parecía llenarse de un silencio misterioso mientras sus miradas se cruzaban.

Fue Miramón quien rompió la tensión con un susurro cargado de ironía y humor negro.

-«Emperador, yo estoy aquí por no hacerle caso a mi mujer»-, confesó, como si la risa y la paradoja fueran la única forma de enfrentar la implacable guadaña que pendía sobre sus cabezas.

Maximiliano, por su parte, respondió con una sonrisa melancólica:,

-«Yo estoy aquí precisamente por hacerle caso a mi mujer»-.

Ambos hombres de guerra se carcajearon ante la ironía de su situación, seguramente fue la última carcajada de un cruel destino compartido

Sus palabras resonaron en el aire, tejiendo una telaraña de significado que se desplegaba en el instante previo a la tragedia.

Ambos hombres habían sido guiados por las influencias femeninas en sus vidas.

Miramón, por su apasionada relación con Concepción Lombardo, había seguido un camino que lo llevó al liderazgo conservador y, finalmente, a aquel cerro fatídico.

Más a última hora, Conchita le sugirió a Miguel que abandonará la guerra y huyesen a otro lugar, salvando la vida.

Maximiliano, en cambio, había aceptado la corona de México impulsado por su esposa, Carlota, y se encontraba ahora en un rincón remoto de un imperio desmoronado, esperando la hora en que tronaran los fusiles cegando su vida, precisamente por hacerle caso a su mujer

Las risas, cargadas de un amargo reconocimiento a las complejidades del destino y las influencias que moldearon sus vidas, se disiparon en el aire. Horas después, ambos hombres enfrentaron la descarga de fusiles, sus destinos sellados por las decisiones que habían tomado y las fuerzas que los habían llevado hasta allí.

El Cerro de las Campanas, testigo mudo de este diálogo fugaz pero profundo, guardó sus secretos mientras el sol se ocultaba detrás de las nubes grises. Dos hombres, dos destinos entrelazados por la historia, se despidieron con un último suspiro, y sus nombres quedaron grabados en las páginas hipnóticas y crueles de la narrativa mexicana.

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